Valoraron la marcha atrás del convenio entre el municipio y AAPRESID

Agrupaciones que impulsan la ecología y el cuidado del medio ambiente de Chivilcoy, destacaron la decisión del gobierno municipal de dar marcha atrás con el convenio con la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), a través de la iniciativa Municipio Verde.

El intendente Guillermo Britos hizo el anuncio ayer en horas de la mañana, en una conferencia de prensa (ver aparte).

LA RAZÓN consultó con Carmen Cavallo, de la agrupación Ecos de Chivilcoy, quien manifestó: “Para nosotros es una tranquilidad, porque sabemos que todo lo que tenga que ver con el nuevo modelo, lo que ellos llaman ‘buenas prácticas’, que no es tal y no es un capricho sino que tiene que ver con trabajos de investigación a cargo de científicos, periodistas y médicos, que desde hace muchos años demostraron la relación entre las fumigaciones y enfermedades”.

“Consideramos que Chivilcoy tiene que seguir creciendo en la sustentabilidad, el cuidado del medio ambiente y de la salud. En lugar de hacer un convenio con AAPRESID, deberíamos avanzar y hacer un convenio con RENAMA, que es una red de ingenieros agrónomos que impulsan la agroecología”.

Desinformación

Cavallo opinó que, de acuerdo a lo visto en la controversia a raíz de la firma del convenio con AAPRESID, “hay una desinformación por parte del Departamento Ejecutivo y los funcionarios que lo acompañan, tanto desde el área de Medio Ambiente como del secretario de Gobierno, Alfredo De Lillo”.

“Nosotros somos un grupo de vecinos autoconvocados que nos hemos informado bien, nuestros referentes son el abogado Juan Ignacio Pereyra, el doctor Medardo Ávila Vásquez e investigaciones periodistas que señalan la relación de las fumigaciones con distintas enfermedades, por ejemplo, la leucemia en que hay muchos casos en Chivilcoy”.

“Los que integramos Ecos de Chivilcoy no hacemos política partidaria. No somos ni kirchneristas, ni macristas, sino que tenemos la conciencia que esto envenena, ellos dicen que van a tener cuidado en esto que ellos llaman productos fitosanitarios, que no es otra cosa que veneno, que se traslada de un lugar a otro y afecta a las napas de agua, al aire”.

Ordenanza municipal

Destacó que lo ideal sería una ordenanza municipal que regule los metros entre la zona de siembra y las áreas habitadas. “Como mínimo pedimos 1.000 metros y además habría que observar el tema de las escuelas rurales, que está contemplado en la ordenanza que presentó Carla Tomasini. Pero a su vez, sería interesante que se fomente la agroecología”, puntualizó Cavallo.