Tras el mega operativo de martes pasado

El Comisario Gustavo Vaccaro se encuentra detenido en Pilar

El chivilcoyano fue separado del cargo de la Comisaría de Carlos Casares por la causa que se investiga a policías y civiles por la venta de droga en la región. En el mismo lugar se encuentra Franco Bergonce, quien se desempeñaba como Jefe de Calle en la misma dependencia policial.
sábado, 27 de mayo de 2017 · 00:00

Avanza la causa que se investiga a policías y civiles por la venta de droga en la región, tras los numerosos allanamientos producidos en varias ciudades el martes pasado y la intervención de la Comisaría de Carlos Casares.

Los oficiales Gustavo Vaccaro y Franco Bergonce fueron destituidos de la fuerza el pasado martes junto a Basso y Cervigno, y que ambos hoy se encuentran detenidos en una cárcel especial para policías en la ciudad de Pilar. El bragadense Bergonce se desempeñaba como Jefe de Calle en Carlos Casares, mientras que Vaccaro era el Comisario.

En cuanto a Basso y Cervigno siguen libres, aunque aún están sujetos al proceso investigativo y su libertad depende de lo que avance la causa, según explicó Raúl Carini Hernández, a cargo de la Fiscalía Unidad de Causas Complejas y Estupefacientes interviniente.

Un dato a destacar es que otro de los acusados se trata de Silvio Moralli, a quien le encontraron dos kilos de cocaína, armas y más de $100.000 en efectivo. Permanece internado por una descompensación respiratoria en el hospital municipal de Carlos Casares y estaría sindicado como el distribuidor de la cocaína. (Fuente: Bragado TV)

Comentarios

28/5/2017 | 21:10
#164795
Con el gobierno k estos era señores y maestros
28/5/2017 | 11:03
#164794
En casos de policías involucrados la justicia debería dar prioridad a la investigación, para que nada impida llegar rápidamente a la verdad. La comunidad tiene que saber rápido lo que pasó. La Institución policía necesita de la confianza de sus vecinos para poder trabajar; y las mujeres y hombres policías necesitan urgentemente que se sepa la verdad, sea para que los sospechados puedan demostrar su inocencia o para que la justicia pueda procesarlos y encarcelarlos sin perdida de tiempo. Muchos policías arriesgan la vida todos los días y no son pocos los que caen cumpliendo con la palabra empeñada. Las instituciones del estado ni la sociedad deben permitir que los delincuentes de uniforme empañen lo único que los policías muertos dejan por herencia a sus familias: el orgullo que consuela, que los acompañará el resto de sus vidas....