Informe
El trabajo asociativo para enfrentar la recesión en la industria textil de Chivilcoy
La apertura de las importaciones, la recesión y, en general, el enfriamiento de la economía, los principales factores que afectan a la industria nacional, entre ellas, la textil.Uno de los rubros
de la producción más afectados por las importaciones, es el textil. En la
actualidad, muchas empresas del país han disminuido las cantidades de prendas
que fabrican por la liberalización de las importaciones y la caída del consumo
interno producto de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios frente a la
inflación.
El marco general
es desalentador. Hace unas semanas se conoció la lamentable noticia del cierre
de la textil GGM en la ciudad de Flores, o la tradicional planta de Pampero
entre muchas otras, con el lógico perjuicio para las fuentes de trabajo de muchas
familias.
De acuerdo a lo
que informa en la edición digital del diario El Cronista, con fecha 22 de
febrero, a pedido de la Cámara Textil de Luján, la Asociación Obrera Textil y
del Movimiento de Empresarios Nacionales para el Desarrollo, el Concejo Deliberante
declaró la emergencia textil en ese municipio bonaerense.
La iniciativa se
basa en la situación de despidos y suspensiones que vive dicho polo productivo.
A nivel nacional, según datos del Indec, la caída de la actividad textil fue
del 27,4% en el último trimestre de 2016.
Situación local
En nuestra ciudad
funcionan dos emprendimientos asociativos en la industria textil. La
cooperativa de Trabajo "Ramona Porras”, que está en Chivilcoy desde el 2011 y
da trabajo a cerca de 13 personas; y la ONG "El Sueñero”, que funciona a partir
del año pasado. Trabajan más de veinte personas, en la planta de la calle
Emilio Mitre 280. Nació a raíz de la unión de dos emprendedoras del rubro
textil y con la colaboración de la Agrupación Política "Los Pasos Previos”.
Leonardo Kosoy,
uno de los impulsores de esta iniciativa y referente de "Los Pasos Previos”,
manifestó para este informe que "El Sueñero” es una organización sin fines de
lucro. "Desarrollamos el emprendimiento en el marco de una realidad bastante
complicada fundamentalmente en la industria textil con la apertura de las
importaciones, sobre todo desde el último año y medio a esta parte”.
Debido a estos
problemas, indicó que hubo que hacer una racionalización, se tuvieron que
achicar dos talleres de Nancy Rodríguez y Rosana Dirisio. "Con los riesgos que
esto acarrea, con la fusión pretendemos tener más capacidad operativa en la
producción, para generar una mejor oferta y buscar a través de la ONG convenios
con instituciones del Estado, ya sea el municipio, la Provincia, entes
nacionales o lo que fuere para ofrecer los servicios”.
Kosoy puntualizó
que es una forma de armar un circuito comercial con empresas del parque
industrial y de otros pueblos de la zona. "Formamos parte de la Confederación
de Trabajadores de la Economía Popular (CETEP), lo que nos potencia porque nos
da una referencias a nivel nacional, que nos permite tejer una gran red para
soportar lo que está ocurriendo a nivel nacional”.
Con este sentido
de trabajo asociativo, a fines del año pasado la ONG "El Sueñero” firmó un
protocolo de intención con el municipio para la confección de ropas y venderla
al municipio a través de contratación directa, licitación pública o privada.
"El acuerdo es que, a igual precio y calidad, se prioriza la mano de obra
local. Esto deviene de una ley provincial que favorece a los municipios que
empleen mano de obra propia”.
A partir de la
difusión de las actividades de la ONG "El Sueñero”, otras empresas se mostraron
interesadas por la calidad de los trabajos. "Se pusieron en contacto con
nosotros para producir, es decir, va funcionando en la medida de los tiempos
que vivimos”.
Por su parte, Nancy
Rodríguez dijo que en el local ubicado en la calle Emilio Mitre 280, trabajan
alrededor de 29 personas, en el horario de 6 a 12. "Previamente se hizo un
curso de capacitación. ‘El Sueñero’ nace a raíz de la necesidad de producir.
Afortunadamente encontramos ganas y entusiasmo”.
"Son pocas las
que tenían algún conocimiento, pero aprendieron rápidamente y hoy están
produciendo y de a poco se va incrementando”, indicó y Rosana Dirisio acotó que
"el gran objetivo de este emprendimiento es armar un polo textil, debido a la
apertura de las importaciones”.
"Tuve cuatro
fábricas y, al final me quedé con cuatro. Nos juntamos con Nancy que también
tenía sus propios problemas. Cada una aportamos nuestras máquinas. La idea es
llegar a tener nuestros propios clientes y marca, porque la producción ha
bajado. Los cortes de 1.000 han bajado a 200, 300, 400, 500… Esta situación nos
vino de golpe. Buscamos otras fábricas como para complementar. En vez de
trabajar a una que pedía 1.000 prendas, ahora hay que buscar a cinco para
trabajar 200”.
Kosoy agregó que
los problemas en la industria textil no pasan sólo por la apertura de las
importaciones, sino por la recesión y, en general, enfriamiento de la economía.
"No escapa a la inflación y al aumento de las tarifas, es un combo de varias
cosas que ha puesto en riesgo el sistema productivo, a diferencia del sistema
anterior que funcionaba con otras variables”.
En este sentido,
Dirisio y Rodríguez aportaron que reciben mucha demanda de trabajo, de personas
que se acercan a la planta a solicitar algún puesto. "Es una problemática que
crece día a día”.
"Como integrantes
de una organización política peronista, finalizó Kosoy, "tenemos dos opciones:
ponernos de puteadores o ser parte de una solución, porque consideramos que la
construcción del peronismo tiene que ver con lograr justicia social. A la gente
que trabaja acá no le preguntamos si votaron a Cambiemos o a Britos, eso no
tiene nada que ver y el municipio también lo entendió así”.