La conversación negada que vive en los murales de Chivilcoy

Amanezco este lunes 13 de febrero luego de haber observado lo acontecido el fin de semana en nuestra ciudad, y siento la urgencia de compartir unas reflexiones que sólo pretenden contribuir con la profundización de la democracia.

Recuerdo, hace aproximadamente un año y pico atrás, el atentado al mural de la Las Madres de Plaza de Mayo en las paredes de la Escuela Normal fuera un hecho que alteraba nuestra cotidianeidad.

Hace ya unos cuántos días atrás, en una red social, el Sr Secretario de Cultura Adrián Vila se manifestó sumamente enojado y haciendo uso del adjetivo de "imbéciles” se refirió a quienes habían "intervenido espontáneamente” el mural de Chico Sprint en las paredes del Centro de Empleadxs de Comercio, frente a la Plaza España.

A la saga de reacciones intempestivas que se sucedieron en su perfil, apoyando esa "política de gobierno” la interrumpí proponiendo la idea de que los murales interpelan a lxs transeúntes de una ciudad y que tal vez, algunxs de ellxs, en ocasiones sientan que tienen algo que decir.

Definitivamente, proponía yo con ambición pedagógica, que los murales establecen conversaciones en el espacio público con quienes por alguna razón se envían su misiva a través de una pared como quien pone un mensaje en una botella lanzada al mar.

Nunca sabemos bien quién lo recoge. Ni podemos anticiparnos a su reacción.

Del mismo modo este fin de semana, en el espacio público asignado a la murga Colgados de la Rama, en la localidad de Benítez, la autoridad del lugar Delegado Sr Gustavo De Vito, por "razones propias” decidió quitar el sonido y dar por finalizada la presentación, al tiempo que un grupo de compañexs militantxs tomaban un mural de "Randazzo 2017” en Matthus y B. Voluntarios para borrarlo y en su lugar escribir "Cristina conduce”, firmado por La Cámpora, Nuevo Encuentro y FPV Independiente.

Aplicando el mismo concepto propuesto más arriba, deduzco que más allá de las alternativas o espacios políticos que habitemos o simpaticemos, todos por igual, estamos debiendo los debates inherentes a cualquier sociedad democrática.

Y que la usanza política de los "aparatos” para imponer lineamientos y candidaturas está haciendo agua de izquierda a derecha, porque sofoca las bases reales de la construcción de consensos que son indispensables para la convivencia democrática.

No me asombra, los debates profundos están ausentes en la trastienda del poder legislativo en Chivilcoy, y tiene razón de que así sea cuando desde todos los poderes y desde la ciudadanía se concibe normal la preponderancia controladora del Ejecutivo: a esta "foto” yo también –interpelada por la preocupación – la he "intervenido públicamente” pero con bastante menos éxito que en los casos antes mencionados.

No obstante las paredes y otros espacios públicos dicen que en Chivilcoy la ausencia de debates cara a cara, la falta de convocatoria de lxs responsablxs de distintos espacios políticos -más inclinadxs a operar dirigentxs que a trabajar la política en espacios genuinos- dice que la antipolítica propuesta como método indiscutido por la derecha de todas las épocas es la opción hasta de quienes pretenden ser la alternativa de gobierno de 2017.

Y es lógico.

La política de aparatos, de cuadrxs que jamás atravesaron elecciones que lxs legitimen en las urnas, como mayoría o minoría, pero que hayan atravesado el fuego político de la diversidad de miradas y la tradición política de la binaridad ideológica, la lealtad aplicada a las personas antes que a los ideales entre otros tantos males naturales a la ausencia de debates y de la construcción de consensos reales, son algunas de las razones que se han ido comiendo la política como una especie de cáncer inoculado por el interés corporativo antes que por la cultura de la cooperación y la participación.

Lxs expertxs en usos de las redes sociales y medios de comunicación masivos han sabido catalizar esta debilidad propiamente del temor a la diferencia y nos han entrenado hábilmente para vivir dentro de una cuantas peceras comunicacionales como los son las redes, dónde podemos elegir con quien contactarnos, y al final del cuento, nos convertimos en pseudo ciudadanxs, con pseudo participaciones en peceras dónde sólo entran nuestrxs iguales.

Vivimos en una nube virtual que reemplaza las noches en unidades básicas y comités, que se han degradado a la categoría de locales transitorios en épocas electorales, para hacer "como que nos reunimos”, "como qué debatimos”, "como qué seguimos siendo lxs de antes”.

Dónde no habitan la política, el debate y la construcción de consensos sólo gobiernan el mercado y las corporaciones.

Y lxs referentxs políticxs locales que no asuman la responsabilidad de convocar a la ciudadanía y la incomodidad de atravesar esos debates, se convertirán en nuevxs mercenarixs del poder, en arribistas exitosxs pero patéticxs abocadxs a la defensa de posicionamientos personales.

En las paredes, en las plazas, en las fábricas calientes de crisis, en los barrios dolidos de exclusión, en las escuelas abandonadas a su suerte y en todas partes es hora de vivir en asamblea permanente, como en el ‘83, para que este 2017 nos encuentre unidxs y consolidadxs en las urnas dónde un proyecto de Nación sea lo más importante.

María Laura Razzari

Concejala Bloque Feminista

Referenta del Movimiento Nacional Alfonsinista Chivilcoy