Opinión
Del Gatopardismo a Cambiemos
Por Dra. Susana Facal LeirosLa gente pedía un cambio y a ese cambio respondió"Cambiemos", que tuvo entre sus miembros originarios al Radicalismo y el partido de Elisa Carrió y otros en algunas de las provincias del país. La propuesta avalada por la mayoría del pueblo argentino llevó a Macri a la Presidencia quien admitió que quería luchar contra la corrupción, contra el narcotráfico, la inseguridad, mejorar la economía, la justicia y muchas otras tareas imprescindibles para una sociedad que había apoyado una política populista y verticalista durante 12 años y que la había llevado a padecer hechos nunca protagonizados antes, entre ellos las asociaciones políticas devenidas en corporaciones de amigos que usufructuaban el poder, perjudicando al pueblo.Para tan ardua tarea hace falta dotar a los cargos públicos de los más idóneos, pero también de los más honestos, como lo dice Mauricio Macri "los mejores” a fin de satisfacer a una sociedad que padeció de esa falta en muchos funcionarios que pertenecieron al gobierno anterior, el Frente Para La Victoria. Para cerrar "la grieta” no hay que usar las mismas prácticas, porque podemos caer en los mismos resultados. El cambio no incluye amiguismos ni trenzas políticas. Las prácticas deben ser cambiadas, deben consensuarse políticas no sólo con los socios políticos de Cambiemos, sino también establecer diálogos con gobiernos que, como el Municipal, pertenecen a otros sectores políticos, porque tienen la legitimidad del voto. Si para modificar lo del kirchnerismo, nombramos a sus ex funcionarios, estaríamos ante el Gatopardismo, o sea, cambiar para que nada cambie, como bien lo expresa en su novela el italiano, Giuseppe de Lampedusa y como, con mayor simpleza, lo dice en sus declaraciones el diputado Fabio Britos. Se ha visto en la ciudad que se ha interpretado erróneamente el mensaje de Cambiemos, sino el accionar político que implica no sólo nombrar gente por idoneidad (como el caso del ministro Lino Baranao) sino evitar los nombramientos de amigotes o personas que pertenecieron al gobierno que se fue y nunca demostraron idoneidad para los cargos que ocuparon , porque, sinceramente,no habría en ese caso renovación alguna. Considerando que muchos son pertenecientes a sectores que malgobernaron el país durante mas de una década, no pueden pertenecer a los equipos de gente que piensa distinto. Hablamos de ñoquis y que deben irse los responsables de los mismos y, en sentido descendente, los que apoyaron esas políticas y que participaron incluso con militancia muy activa en la competencia electoral y no están comprometidos con la idea del cambio. Dejo la responsabilidad para quien corresponda, pero ni militantes ni dirigentes de Cambiemos podemos quedar impasibles ante rumores y certezas de gente que ha sido designada, en cargos dirigenciales de Nación y Provincia, ni tenemos respuesta ante el asombro de muchos votantes más que se preguntan y nos preguntan el motivo de cobijar militantes y ex funcionarios del kirchnrerismo cuyos métodos y en algunos casos cuyas acciones, aún después del 10 de diciembre, no sólo no compartimos sino que fuimos críticos. De lo contrario estaríamos haciendo honor a la famosa novela y película Il Gatopardo. Y es muy grande el esfuerzo y el tiempo que le esta dedicando tanto el Presidente como la gobernadora de Buenos Aires para que sus difíciles misiones se vean empañadas por decisiones de personajes menores de la política que están en un lugar circunstancialmente, pero cuya ausencia de militancia se revela por las consecuencias de su accionar. Hay que recordar antes de actuar que la gente pidió un cambio, no pidió ni continuidad, ni grupo de amigos, ni trenzas políticas con sectores del FPV,porque Cambiemos será perjudicado.
Dra. Susana Facal Leiros