El patriarcado y la cultura de la rapiña

Parecido no es lo mismo.

Como es costumbre la cultura patriarcal y sus agentes desarrollan habilidades camaleónicas para mimetizarse en la selva del sálvese quien pueda.

Lxs expertos en la cultura de la rapiña, cosificadorxs de seres humanxs de larga de data, saben muy bien cómo invisibilizar sus más perversas acciones y se esconden detrás de aquellxs que pueden ofrecer un buen disfraz.

Así desde el espacio Cambiemos, pero mucho más precisamente representantes del Pro, han invocado en estos días, por medios públicos, mi decisión de constituirme como un Monobloque Feminista en el HCD local, para maliciosamente comparar y así encubrir una maniobra propia de la política prostituyente que los caracteriza.

El salto a Cambiemos del concejal Guillermo Sánchez, muy poco tiene de parecido con la decisión que yo tomé mucho antes de saber (y poder especular) el resultado de las elecciones del pasado 2015.

La fuerza política que me condujo a la banca -desde la que hoy procuro honrar la causa feminista- fue la del Pro y el Frente Renovador, que como Frente Renovador compitió en las elecciones del año 2013.

Esa alianza política me convocó a instancias del Programa integral de acciones para la erradicación de la Violencia de Género que hoy estoy comenzando a desarrollar desde el poder legislativo y desde las Secretarías de Seguridad y Cultura y Educación del Poder Ejecutivo municipal.

En la oportunidad que me tocó asumir esta banca, la fuerza política que me había conducido ya no existía y por esa razón no tuve ninguna obligación ni necesidad de integrarme a los bloques que emanaron del resultado de las elecciones 2015.

La única obligación que sí tengo, mantengo y estoy dispuesta a dar todo de mí para cumplir, es el mandato que me otorgaron lxs votantes que en 2013 aceptaron mi presencia como una referente de la causa de género.

Como mandataria, me debo a la razón por la que fui convocada: el Programa integral de acciones para la erradicación de la Violencia de Género, y ninguna más porque no existe fuerza política a la que deba responder.

Parecido no es lo mismo.

La decisión de ser un monobloque de género indica que mi proyección es a dos años, hasta 2017 y sin pronóstico de nada más a excepción de que la comunidad quede conforme con mi desempeño y quiera darme la oportunidad de seguir bregando por las luchas en materia de ampliación de derechos.

En lo personal estaría encantada de dedicar mi vida entera a la política, en especial al trabajo legislativo, porque amo la República desde que tengo conciencia de ella pero me la tendré que ganar con capacidad de gestión y honestidad, como he trabajado toda mi vida.

Sin embargo, lxs gestores de la rapiña – esxos que saben detectar cuando un/a políticx tiene ¿miedo, sensación de soledad, necesidades? – rápidamente vaya una a saber por qué medios "consiguen” irrumpir en un ámbito legislativo que debería ser un espacio sagrado de expresión genuina de la soberanía popular, y así ¿compran? bancas que nunca fueron elegidas por la gente.

La banca del Sr Guillermo Sanchez, tiene una historia similar a la mía, pues él fue candidato (como yo) en 2013 por Unión Celeste y Blanco, fuerza política que ya no compitió en estas elecciones de 2015, por lo que al Sr. concejal no se le escapaba que debía asumir como un monobloque o -como hizo- integrarse al espacio político de mayor cercanía con la alianza anterior que lo condujo al escaño legislativo.

Parecido no es lo mismo.

Se vuelve evidente que cuando lxs representantes de la ciudadanía están más preocupadxs por su carrera política que por el mandato que la sociedad les ha encargado, no existen principios éticos de ninguna clase porque la cultura política prostituyente de la rapiña, clienteliza sus ambiciones y se lxs devora junto con la esencia de nuestro sistema republicano.

Tal vez, sea interesante volver a leer esta nota luego de las elecciones legislativas de 2017, para poder no sólo corroborar las trayectorias de trabajo de nuestrxs representantes , sino para no dar poder a fuerzas políticas que en los primeros dos meses de gobierno han dejado a las claras el profundo desprecio que sienten por la institucionalidad y la compulsión histórica de larga data por las prácticas políticas de desideologización que partidos como la UCR han sabido recurrentemente acompañar.

Desde mi tarea cotidiana como docente, profesora de Historia, sólo invito a recordar que este tipo de políticas tienen sentido cuando es necesario romper los lazos de solidaridad de la sociedad civil y la credibilidad en la participación política con tal de dejar "la cancha libre” a la eterna patriarcalización de la política, la trasnacionalización de la economía, la concentración de la riqueza, la reproducción de la pobreza, la institucionalización de la inseguridad como excusa para el uso excesivo de la fuerza estatal y el desmantelamiento de una Nación que había vuelto a ser productora de conocimiento y tecnología en el mundo.

Parecido no es lo mismo.

Ojo cuando volvamos a votar.

María Laura Razzari

Bloque Feminista

HCD Chivilcoy.