No detectan el problema de fondo

El día domingo 24 de enero último, el Director de tránsito de Chivilcoy Gabriel Calandrino, en una nota al diario La Razón de Chivilcoy, dijo haber descubierto un hecho de corrupción que se viene manteniendo desde hace diez años, mediante el cual se otorgaban las licencias de conducir con la complicidad de todos los que en el trámite intervienen, sin apersonarse para realizarlo.

Dice haber desterrado este hecho y la verdad es que sería muy bueno que así se haya realizado y que el responsable sea juzgado debidamente.

Pero lo que olvida el Director es analizar por qué se dan este tipo de cuestiones en las dependencias municipales, que es a mi criterio su principal función, que todas las actividades de su área sean transparentes, agiles y fáciles para los ciudadanos.

En la nota busca un golpe de efecto quedando como quien rompe con estos hechos, pero en ningún momento menciona que va a hacer para que no se repitan, espero que no sea poner a un policía al lado de cada empleado municipal.

Hace más bien poco, me tocó renovar la licencia de conducir, falté al trabajo para ello (no se puede hacer a la tarde) llegué, me senté y esperé unos 25 minutos, me atendieron.

Mientras me hacían las preguntas necesarias para llevar adelante el trámite, presencié una acalorada discusión entre uno de los empleados y otra persona de más cargo, a viva voz, amenazándose, dejando bien a las claras la falta de preparación de la persona a cargo, que se permite discutir delante de los ciudadanos que hacían el examen y los que estábamos completando otras instancias del trámite.

Pasado el sainete del empleado público (parecía sacado del programa de Gasalla), me dicen que tengo que volver a las 12, eran las 10 cuando termine, es decir, dos horas y volver. Nada practico si uno pide un rato en el trabajo para hacerlo, porque tiene que volver.

Vuelvo a las doce y me dicen ”la cola para el médico es por esa puerta”, cuando la abro me encuentro con un pasillo a pleno sol, el piso mojado por la descarga de un aire acondicionado de una dependencia que no habitan los ciudadanos, seríamos unas siete personas, entre ellos una embarazada y un hombre de unos setenta años, repito, a pleno sol en un día de unos 36 grados y a las 12, adentro, donde esperaban al médico los más adelantados, había unas seis personas más, cuando logré entrar a eso que hacía las veces de sala de espera, me encuentro que en el lugar que podíamos haber ocupado en vez del pasillo estaba la moto Gilera 125R marrón, de uno de los empleados, adivino, y unas cajas de papeles, como archivos. Es decir, se considera mucho más a la moto y archivos que a los ciudadanos, ahí tampoco estuvo el Sr. Director o alguien a su cargo para detectar esto.

Mientras esperaba dentro de la sala la atención del médico, observe a los que estaban haciendo el examen teórico. Los pupitres nuevos estaban tan cerca unos de otros que sus habitantes tenían que sufrir trabajos para salir de ellos. Suerte que en su mayoría eran jóvenes, si no más de uno hubiese necesitado asistencia para solo pararse.

Me llamó el médico, cuando entré a la sala de atención le dije, mucho mal habrás hecho para que te confinen a este cuchitril. Una sala pequeña, sucia, desprolija, calurosa en extremo era casi la frutilla de esa torta que nadie quiere comerse, pero me faltaba saber que la caja, donde debía abonar el trámite, había cerrado ya, tenía que venir otro día, es decir, pedir permiso en el trabajo o molestar a un tercero para que me paguen el trámite. Es como que vayas al restorán y la caja cierre antes de que termines de comer, no cabe en ninguna cabeza.

Las dependencias dan pena, eso hay que decirlo, despintadas, maltratadas, poco amor se ve en ellas. Es duro trabajar en un lugar tan descuidado, de esto tiene que hacerse cargo esta gestión y más la anterior.

También se puede considerar que el corrupto pudo haber hecho esto por ignorancia, sepamos que en Chivilcoy una renombrada casa de motocicletas, homónima al Director de tránsito, promocionaba en el diario la venta de motos eléctricas que "no necesitan patentamiento”, cosa que no era cierto. Tenían que ser patentadas. El Sr. Director, ya que estudió derecho sabe, que el desconocimiento de las leyes no exime su cumplimiento y la responsabilidad que conllevan.

El Sr. Calandrino de esto tiene que ocuparse para que no sea preferible darle unos mangos a un corrupto que se hace el sobresueldo para salvarte de padecer el trámite que tan difícil nos hacen a los ciudadanos. Así se combate la corrupción, claro, para la opinión pública es más lindo ver presos y amenazas de justicia.

Gestionen señores, para eso hubo quienes los votaron.

Ignacio Gorraiz Rico.

Dni: 24341640.