Comparaciones odiosas

sábado, 25 de febrero de 2017 · 00:00

Comparaciones odiosas

Una familia estaba cenando y el hijo le dice al padre si puede hacerle una pregunta personal. El padre le contesta que sí:
-Papá, ¿cuántas clases de tetas existen?
El padre extrañado le contesta:
-Bueno, hijo, existen tres clases: a los veinte, las tetas de las mujeres son como melones: redondas y firmes; entre los treinta y los cuarenta, son como peras: todavía buenas pero un poco caídas. Después de los cincuenta son como cebollas.
¿Como cebollas?
Si. Las miras y te hacen llorar.
Este comentario molestó a la esposa y a la hija, por lo que ésta dijo:
-Mamá. ¿Puedo hacerte yo una pregunta?: ¿Cuantas clases de penes existen?
La madre sonrió, miró a su esposo y contestó:
-Bueno hija, el hombre atraviesa tres etapas: a los veinte lo tiene como un roble: grande y fuerte. De los treinta a los cuarenta es como un abedul: flexible pero confiable. Después de los cincuenta es como un árbol de Navidad.
-¿Un árbol de Navidad?
-¡Sí!,..... completamente muerto, seco y las bolas son ¡puramente decorativas!

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