Novicias rebeldes
Novicias rebeldes
Un hombre maduro tenía una hermosa finca de
descanso, con lago incluido para la pesca, pero sólo la visitaba una o dos
veces al año; lo que permitió que las novicias de un convento cercano, optaran
por irse a bañar en el lago durante sus prolongadas ausencias.
Un día el propietario decidió ir a su finca, y cuando recién empezaba a
acomodarse para su descanso, escuchó animadas voces femeninas que provenían del
lago. Al acercarse para averiguar de qué se trataba, vio a un grupo de mujeres
que se estaban bañando casi desnudas.
Cuando las novicias vieron al hombre, se asustaron y nadaron a una parte más
profunda del lago dejando ver únicamente sus cabezas, y una de las bañistas
gritó:
-¡Si usted no se retira, nosotras no salimos del lago...!
El hombre pensó un momento, y como no podía perderse ese espectáculo, elaboró
un pequeño plan, sonrió complacido, y asumiendo una actitud de inocencia, les
respondió también gritando:
-Yo no estoy aquí para verlas nadando ni para verlas salir de mi lago sin
ropa... solo vine a alimentar al cocodrilo