La mentira de los dibujos tácticos

Cuando llegamos el domingo a hora temprana a la cancha del Club Atlético Independiente, nos acercamos al campo de juego, alambrado olímpico por medio, nos contactarnos con la gente de A.D.I.P. de Gonnet, quienes amablemente y ante nuestras consultas sobre los inicios del club, sus participaciones en torneos locales y Federales, respondieron dando datos. Claro que al profundizar sobre la formación del equipo y el sistema de juego, nos dijeron "jugamos 4-3-3”. Una gran mentira, porque A.D.I.P. jugó y en el primer tiempo cuando tuvo a los once jugadores hasta el minuto35 de la etapa, con un solo delantero bien definido, el número once Gastón Landa, el resto estuvo peleando el mediocampo, metiendo pierna fuerte lejos del arco defendido el domingo por el debutante Matías Caputo.

Una cosa es hablar del dibujo táctico, lo que se escribe en el pizarrón, y otra cuando los jugadores se despliegan en el campo de juego y entran a jugar. Puntualizamos correctamente lo de los primeros cuarenta y cinco minutos, porque al quedar con un jugador menos, ese pretendido dibujo puede cambiar y se justifica.

Nos preguntamos el por qué Independiente no pudo ratificar lo que hizo en Newbery en lo que a juego se refiere y nos respondemos que a Independiente pasó en este partido frente a A.D.I.P. de Gonnet, lo mismo que le pasa al resto de los equipos del país de cualquier divisional: cuando un equipo juega de visitante y mete mucha gente atrás y no se abre por cualquier circunstancia el marcador, es muy difícil entrarle; el equipo que ataca tiene la pelota, pero debe lateralizar, porque se cierra el visitante y si no comete su defensa o su arquero ante un tiro de media o larga distancia, un error grave, es muy difícil entrarle.