Los goles de Spano y los errores de Ortubia

Uno que lo ve jugar hace bastante tiempo, sabe que a Fernando "Pilo" Spano le gusta rematar al arco y también que lo hace muy bien, solo que seguramente en un partido como el del último domingo, nadie esperaba que tuviera tan acertado. El primer gol -empate de Varela en el primer tiempo-, hizo un golazo espectacular, digno de los grandes definidores, arrancó en la posición de ocho -estaba jugando como lateral por derecha-, se fue corriendo hacia el medio del área dejando rivales en el camino de derecha al centro y cuando pasó la medialuna despachó un remate tan formidable, que mereció el apaluso de todos; si bien en el segundo gol la pelota se desvió en la pierna de Rodrigo Martínez y le cambió la trayectoria al arquero Fernando Banchero, también es de destacar que llevaba gran violencia y era una pelota complicada para el arquero; además tuvo una destacada actuación, desdoblándose como defensor y pasando al ataque, con fuerza, velocidad y técnica.

Los errores de Pedro Ortubia, el árbitro del partido, en nuestro juicio dos fueron graves, el primero a los siete minutos, cuando Banchero salió a atorarlo a Sebastián Bruno y lo derribó, falta no cobrada; la segunda grave fue el encontronazo entre Gustavo Rodríguez y Juan José Castillo, es cierto que el jugador de Alsina toreó a Castillo, pero también lo es que la reacción de Castillo fue para expulsión; Ortubia consultó al asistente dos y presentes en el lugar nos comentaron que este le dijo como había sido la acción, pero el árbitro lo resolvió con tarjeta amarilla para los dos; la tercera que apuntamos, dejó algunas dudas la posición de Leyes en el tercer gol anulado a Deportivo Alsina, pero esta es jugada del asistente uno.

Más allá del comentario que deslizamos con respecto a Juan José Castillo, lo destacable de este magnífico jugado que llegó a Chivilcoy para jugar en Atlético Independiente hace varios años, luego también pasó poi Gimnasia, Agrupación Atlética y Villarino, es la recuperación física que ha tenido de una rodilla con ligamento cruzado roto y que no ha sido intervenida; es increíble y estando fuera de las canchas un largo tiempo, que pueda jugar como lo está haciendo.