Con el caso Maldonado de fondo, se vota en las Legislativas en todo el país

Una ola de repudio generalizada desató la confirmación de que el cadáver hallado el martes pasado en el río Chubut correspondía al del joven desaparecido el 1º de agosto pasado tras un enfrentamiento entre la Gendarmería y un grupo de mapuches y adherentes en el Pu Lof de Cushamen.

No es posible establecer el impacto que puede tener en la crucial elección la conmoción provocada por la aparición del cuerpo, primero, y la certeza aportada por el hermano, Sergio, durante la pericia judicial, pero el gobierno y la oposición buscaron hacerse daño con el caso en un evidente gesto de mezquindad.

Sergio Maldonado, principal portavoz de la familia durante los 79 días que duró la investigación hasta dar con el cuerpo de su hermano, se indignó este sábado con la llamada de Macri a su madre. "Es un hipócrita", lanzó el hombre, que acusa al gobierno de haber desviado y obstaculizado la investigación mientras el juez federal de Esquel, Guido Otranto, estuvo a cargo.

El presidente llamó a la madre de Santiago luego de que Sergio confirmara que estaban "convencidos" de que el cadáver era de su hermano por los tatuajes que le conocían.

En este pulso el gobierno se encargó de destacar la comprobación -filtrada- de que en la autopsia no aparecieron signos de violencia en el cuerpo de Santiago, a lo que la familia respondió que aún no descarta que puedan aparecer en otros estudios más específicos. 

La izquierda y la ultraizquierda marcharon con y sin los organismos de derechos humanos el viernes y el sábado por el muchacho aparecido muerto en el Sur, y grupos anarquistas terminaron la manifestación de ayer  como en los últimos 80 días, con destrozos y violencia incluso contra otros marchantes y los móviles de los medios, a los que sindican -sin matices- como voceros del gobierno nacional.

El comicio legislativo, entonces, tendrá como marco este cargado clima político después de unas PASO en la que el macrismo enfrentó a la ex presidenta Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires, donde la ahora candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana ganó por apenas 20.000 votos.

La ex mandataria osciló entre la denuncia de la Administración Macri, en alianza tácita con la izquierda, y el silencio cuando esos sectores la criticaron por su oportunismo, pero en campaña asoció la represión de la Gendarmería con el plan de ajuste económico del Ejecutivo.

Macri casi no opinó públicamente del caso, que puso en la picota a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la intervención antes y después de la represión de la Gendarmería a su cargo, a la que defendió sin fisuras hasta que en la Casa Rosada se percibió que el escándalo crecía de manera proporcional a la manera en el que afectaba al oficialismo.

Desde entonces el portavoz gubernamental pasó a ser el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien consideró el viernes que la pesquisa judicial se vioentorpecida por la "excesiva politización" del caso, lo que también generó rechazo de diversos sectores.

La violenta aparición de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), conducida por un grupo de activistas anarquistas y utilizada por éstos para justificar sus ataques foquistas, será un dato a futuro, en particular porque rechazan al Estado nacional y al sistema partidocrático, lo que es un desafío para las instituciones no importa el tamaño de la organización.

Grupos sin vínculos entre sí actúan de manera casi simultánea con argumentos que generan algún grado de adhesión pero una notable conmoción social. En la Casa de Gobierno esperan que no actúen durante estos comicios, pero no es posible descartarlo.

A pesar del espacio real que ocupa, un personaje marginal como Facundo Jones Huala, autoproclamado líder de la RAM a la espera de ser extraditado a Chile por una serie de delitos violentos, llamó a resistir al "Estado represor" y a vengar la muerte de Santiago Maldonado. "La sangre derramada no debe ser negociada", apuntó a cuatro décadas de otras sangres negociadas de las que ni conciencia tiene.

A la notable torpeza de Bullrich le debe Macri -y el país- el surgimiento de este esperpento político. Si fue una desaparición forzada, y por quién, se sabrá tras la investigación del juez Gustavo Lleral, que debió ser comisionado en reemplazo de su colega de Esquel, Guido Otranto, por los despropósitos iniciales. El Ejecutivo festeja demasiado pronto la falta de pruebas en el primer sentido.

Lo cierto es que si las encuestas le daban a Cambiemos una ventaja de entre cuatro y seis puntos en territorio bonaerense, hace diez días, la ventaja podría haberse achicado o desaparecido con el correr de las horas por el desenlace del caso Maldonado. Es lo que resta saber para determinar cómo quedará parado el Ejecutivo de cara a los próximos dos años.